Textificar
Veamos.
Yo lo vi. ¿Cómo describirlo? ¿Será acaso "describir" una suerte de
manifestación en donde se sustrae la escritura, algo como un des-
cribir? si es así que es lo que queda ¿Una imagen sin narración?.
Quizá el texto empieza un poco antes: ¿Es posible que la escritura
siga siendo, aún antes del video y la fotografía una forma de rescatar
imágenes, una proyección hacia un futuro? entonces ¿hacia dónde se
proyecta la imagen residual de la escritura y en qué momento esa
proyección inventa un público?. Una segunda duda que debiera ser la
primera duda ¿Quién es quién, cual es la imagen interna en la
escritura, cual es la imagen de la escritura, hay una imagen final
definitoria?
Ver.
Pienso en los utensilios con los que dibujamos esos contornos que se
difuminan y pienso también en esos contornos que no terminan de
colocarse como fronteras, una forma que se pierde y que no acontece.
Hay formas de mirar y de mirarnos de la misma manera en que hay formas
de borrarnos. Quizá se trate de eso que es borrarnos, de quitar ese
autoengaño de la imagen que nos dibuja. Milagrosamente hay un chiste
que resuelve el primer párrafo: Había un perro llamado Goma, un día se
rasco y se borro.
El cuerpo crece concéntricamente. Desde la ceniza los círculos
concéntricos dibujados, la cal cayendo sobre un cuerpo terráqueo
circular. Hubo una disposición por dibujar doce círculos crecientes
desde la tina y el montículo de tierra, el treceavo circulo, por ser
el último, fue la penetración del paisaje en la pieza y no la pieza en
el paisaje, si girabas 360º generabas un horizonte circular. ¿Qué fue
dibujar sino caminar sobre la tierra, re-marcar la tierra, re-bautizar
la tierra? Va Gibran andando, nos danza. La imagen estaba en los
pasos, en el baile ritual, al igual que la música el ritmo surgió de
la aceleración y del frenado del trasladante. La pieza entera fue pura
danza, dentro de este texto no hay más forma de explicarla.
Negación. La escritura, lo que escribo, va inventando la narración
que dentro de su propia estructura también borra y erosiona. Va Gibran
andando, un día después hay una primera erosión la del viento y la
llovizna, el paisaje se esta integrando, el dibujo de cal se ha
distorsionado apenas algo. Se busca el borrado, una edición mas
violenta, un utensilio más máquina que naturaleza. Una segunda danza
de aceleración y frenado ¿Cuál es la imagen? No hay imagen; la danza
Gibran-vehículo la ha borrado. Como en el grabado sólo queda la
huella, algo ha ocurrido. La estructura de la escritura no delata los
movimientos del borrado, los pasos de la danza se interpretan sobre
ese tramo de tierra horadada: Aquí entra un coche- Por allá da la
vuelta- Mas adelante se derrapa- Bruscamente giró a la izquierda- Aquí
están los pasos de Gibran- Por acá se arrastró el zapapico- Aquí freno
de nuevo- Esta línea seguro es una curva cerrada- Una recta- Otros
pasos- Freno- Aceleración- Izquierda- Derecha- Imposición. El peritaje
general determina asesinato: sobre esa superficie de tierra queda
semidibujada sobre si misma la silueta del dibujo. Sé que no se trata
de esto pero la cal pareció echar cal sobre si misma esperando ser un
dibujo en plena descomposición. Algo así como un dibujo atropellado a
la mitad de la calle.
Otra danza, la del agua que canta. El sonido es una parte donde la
literatura difícilmente puede entrar aún así si tomo un libro y sacudo
sus hojas despierta cierta melodía, la disposición entre palabra y
espacio pareciera ser un reflejo de una antigua vocación de sonido,
como el reflejo del ritmo que lleva nuestra voz al hablar: palabra-
silencio-frase-silencio; en la escritura: palabra-espacio-oración-
signo de puntuación. De cualquier manera la música dentro de la
escritura es apenas un fantasma. La última parte de la pieza fue puro
sonido ¿Cuál es la imagen de ese sonido? la respuesta puede ser
engañosa, pudiera ser incluso la imagen de otro sonido; fue la
elaboración sucesiva de una serie de melodías similares, un cantar de
niños-pájaros ininterrumpido. El canto se volcó hacia la persistencia
del llamamiento. Yo lo vi y lo textifico: había un desfile de pulmones
infantiles, de traqueas niñas, de cachetes niños, de lenguas diminutas
manando todos en un sólo tiempo un aire anciano renovándose en un
ritual contemporáneo. Hacia los cuatro putos cardinales fluía
infancia.
Oír
Algo sucede, un sonido como un coágulo de agua o de algo o una
parvada de niños silvando al unísono. La mirada clavada en ese sonido,
es como si cada cada cosa vista adquiriera el ancho de un ruido,
ciertas aves se hicieron invisibles y de repente llega una como
polifonía como algo un poco inombrable, algo sin forma, más una
palabra que no manifiesta nada. El texto llega a su fin, agoto su
escritura. La pieza termina con el sonido de la lluvia.
25 de mayo, 2009
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