9 GIBRAN MORALES

GIBRAN MORALES CARRANZA
ACCION 9
FASE TRES: IDEOLOGIA HERENCIA EXTINCION
TITULO: APOSCAGUA
FECHA: NOVIEMBRE 2011


APOXCAHUARSE: enmohecerse, crear orín, o nacer hongos en alguna cosa, como el pan, la tortilla, los tamales.
Diccionario de Aztequismos/Luis Cabrera

APOSCAHUARSE: (de la preposición a, y del azt. poxcauhqui, cosa mohosa.) pr. Enmohecerse, oxidarse, crear orín una cosa.
Diccionario de Mejicanismos/Editorial Porrúa/3era. Edicción.


Video I (preparatorio)

















APOSCAGUA

I. La columna.
En el año 2005 iniciaba con una serie de exploraciones interventivas a libros 
diversos. Después de realizar algunos de éstos y con el incentivo de una 
próxima exposición  inicie una nueva pieza en donde el uso del libro evolucionaría
 de pensarlo como espacio público (que era la intención primaria de esas piezas)
 al soporte crítico de la acumulación ideológica. Fue así que me di a la tarea de
 buscar, pedir y/o comprar 
libros usados. La premisa fue que todos estos tuvieran que ver con México. 
Así llegue a una colección de libros de política, historia, antropología, 
turismo, economía, narrativa…entre otros. Algo que de alguna manera unía 
a estos libros es que su situación como objetos era el  desuso, el acumulamiento
 en bodegas o rincones, es decir estaban algo olvidados. La gran mayoría de éstos 
me los encontré (adquirí) en librerías de viejo y tianguis de chacharas; 
no se exactamente cuantos  llegué a juntar en total , no muchos. Paré la 
recolección en función de cierta altura que necesitaba para una posterior 
pieza que llamaría Columna Razada.

Mutile, corte, lije, ordene y apile los libros. El fin era ir construyendo una columna
 de libros. Carente de otra estructura que le sostuviera, Columna Razada era 
algo inestable. Las fracturas eran claramente visibles; un ligero viento o el 
roce de otro cuerpo (quizá un espectador) era suficiente para poner en 
riesgo la columna, en cualquier momento podía caer. Con una altura variable
 entre 170 o 185 cms, esta construcción siempre funcionó como un 
apuntalamiento entre el espacio que le acogía, la materia de su cuerpo, y la política
 de su acción.

La pieza fue expuesta dos veces, en ambas fue trascendente el lugar que le 
arropo: una biblioteca (de la Universidad Pedagógica Nacional, DF. ) y un 
centro de estudios, incluida su biblioteca (el Centro de Estudios de 
México y Centroamérica-Unidad Mixta de los Institutos Franceses en el 
Extranjero, DF. ). Lo fue por que en ambos espacios se producen, 
consultan, resguardan y coleccionan libros,  de temas muy específicos y en 
particular sobre México. Es decir, se genero una forma de diálogo.  Posteriormente, 
la pieza retorno a ser varios libros guardados, ahora en mi casa, ahora 
algo intervenidos en su materia.






II.- Mogotes.
Desde ya hace tiempo he venido trabajando con el mogote, como palabra, como geografía, como construcción: como pensamiento. Mi casa esta justo al lado de uno,  la Coronita. Al oriente esta otro, La Corona. En el poniente esta San José el Mogote y varios mas. Al frente, el sur,  está Montealban, el Cerro del Gallo, entre una extensa geografía de mogotes conurbados, ocupados, arrasados.
Estas elevaciones del terreno, la mayoría construcciones humanas, son monumentos integrados al paisaje, por lo mismo muchas de las veces pasan desapercibidos. No se puede pensar al mogote sin la relación histórica con los pueblos mesoamericanos. Usados como observatorios, fortalezas, puntos sagrados u otros, los mogotes son monumentos del tiempo.
Siempre se piensa que en sus entrañas guardan algo muy importante (y es cierto en muchos casos) pero lo cierto es que en la superficie resguardan un argumento objetivo sobre una concepción espacial que a veces ubicamos solo en el pasado.
En particular veo a los mogotes como una extensión de formas resistentes de pensar el mundo. Construir cerros a escala seguramente fue una acción contundente de la cosmovisión de cualquier cultura, como lo fue abandonarlos o apropiárselos continuamente. La potencia que portan como un elemento cultural que incide directamente en el paisaje (rural o urbano) no es de menos sobre todo cuando este, lejos de desaparecer, se fusiona con las toneladas de construcción habitacional que  le reviste el crecimiento demográfico; cuando se hace reverdecer con los innumerables saqueos de sus entrañas; cuando se les cerca, etc.
El mogote sigue ahí, dibujando una creencia bajo el cielo, generando mapas de una memoria no extinta, auque a veces extraviada.



III.- Apoxcahuar/enterrar

APOSCAHUA es la acción-proceso que he iniciado para este espacio de Proyecto TRASLADOS, su tercera fase.

Esbozados dos aspectos del contexto generativo de esta acción-proceso, comentaré que la pieza ha iniciado con la acción de recuperar Columna Razada como un objeto masticado en las fronteras del arte. Esa condición de permanecer guardada (la pieza) la he desplazado nuevamente a una condición de cosa orgánica, cosa que da vida. Así pues, la materia de su cuerpo la expongo a ser habitada por los hongos, los insectos, las raíces o los accidentes propios de la intemperie de un territorio abierto.
Ubicado un terreno, un sitio en específico, la acción-proceso dio paso a un entierro. Enterrar una parte y cubrir otra de la Columna Razada tiene el propósito de generar un ambiente propicio  para que se aposcahue ese conocimiento en el lapso de un año exacto. Posteriormente, concluido este tiempo, desenterraré el residuo de la pieza para remontar el residuo de una elevación.
Lo que queda en el sitio es un monumento, un mogote. Este mogote que dialoga con su paisaje, ve en sus cuatro caras a otros mogotes, ve a cerros sagrados. Escabullido  como un artificio mas, este mogote APOSCAGUA es ahora una irrupción en ese paisaje. Sin ser precisamente un elemento fuera de lo común por su materia, tampoco es tan  común por su construcción, algo ambiguo para quien demande mas.












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Primer acto: limpiar el terreno